Cualquier persona que tenga un acuario, o que esté pensando en tenerlo, debe de saber que el cambio de agua del acuario de forma constante y meticulosa es absolutamente fundamental para que sus habitantes vivan bien, estén sanos y no surjan problemas más serios.
En Premium Buces os hemos hablado sobre cuáles son los parámetros del agua que debéis tener en cuenta para adaptarse a cada tipo de pez y de planta, os hemos hablado de procesos necesarios para empezar bien, como el ciclado del acuario, y os hemos hablado de qué necesitan especies de peces concretas, como las Corydoras, pero hoy os vamos a hablar de lo más fundamental tengáis el tipo de acuario que tengáis: el cambio del agua, que deberá hacerse de forma regular y constante.
¿Qué pasos hay que seguir para cambiar el agua del acuario? ¿Qué hacemos con los peces mientras tanto? ¿Cómo podemos conseguir que los parámetros químicos que teníamos, se sigan manteniendo con el cambio de agua? Todas estas dudas, y muchas otras cuestiones, las vamos a hablar en el artículo de hoy. Así que si quieres saber bien cómo hacer este procedimiento rutinario para tener un acuario en condiciones.
El CAMBIO DE AGUA: ¿QUÉ PASA SI NO LO REALIZAMOS RUTINARIAMENTE?
El cambio de agua del acuario es algo que terminarás dominando y haciendo casi sin pensar, pero que al principio tendrás que prestarle bastante atención para hacerlo de la forma correcta.
En primer lugar, como ya os hemos contado en otros artículos, el agua de nuestro acuario tiene que haber generado un circuito de nitrógeno y otros parámetros químicos, además de simplemente cambiarse una y otra vez. Los peces y seres vivos del acuario generan deshechos de forma constante, y esos deshechos producen sustancias nocivas para su propia vida. Si tuviésemos que depender exclusivamente del cambio de agua, habría que cambiarla incluso varias veces al día para asegurarnos de que sus habitantes tuviesen las circunstancias adecuadas.
Así pues, antes de tener incluso peces, tendremos que realizar el ciclado de acuario: este proceso, que durará unas dos o tres semanas más o menos, asegurará que en el acuario vivan en el filtro biológico unas bacterias que convertirán el amonio en nitrógeno para que los peces estén bien. Sin embargo, esto no es suficiente, y es que si solamente dependiésemos de esas bacterias, el ciclo terminaría colapsando: los deshechos de los peces nunca se limpiarían, y las bacterias tendrían demasiado trabajo para poder abarcarlo.
Así pues, lo correcto es aunar el proceso del cambio del amonio por el nitrógeno a manos de las bacterias del filtro biológico, junto con una limpieza del agua del acuario en periodos de más o menos una diez días o dos semanas. Así, nos evitaremos saber qué pasaría si no realizásemos el cambio de agua rutinariamente, pues todas esas consecuencias tendrían como principales víctimas a los peces y las plantas.
No obstante, por otro lado, hay que tener cuidado de no cambiar el agua del acuario demasiado a menudo. Es por esto que os decimos que al principio os costará adaptaros, aunque después os acostumbraréis y será facilísimo de hacer:
Un cambio de agua constante, por ejemplo cada pocos días, puede terminar con las bacterias que colaboran en el equilibrio químico del agua. Si nosotros hemos logrado que todos los parámetros estén perfectos, y sean los idóneos para los habitantes de nuestro acuario, y después cambiamos el agua cada dos días, lo que haremos será hacer un caos con estos parámetros: tener que volver a estar pendientes del cloro, del amonio, del dióxido de carbono y del oxígeno, y eso por no hablar de la temperatura, que también puede alterar la salud de los peces.
¿Y entonces? ¿Cómo lo hacemos? Pues es que hay que hacer el cambio del agua de una forma muy concreta, y siguiendo unos sencillos pasos que te vamos a contar a continuación, y que si sigues al pie de la letra, harán que todo salga perfecto y no te surja ningún problema.
PUNTOS A TENER EN CUENTA ANTES DE CAMBIAR EL AGUA DEL ACUARIO
¿CUÁNDO HAREMOS EL PRIMER CAMBIO DE AGUA?
Antes de empezar a contaros uno a uno los pasos que hay que seguir, vamos a hablar de tiempos en lo que se refiere al montaje del acuario. Es importante que sepáis que cuando se monta el acuario por primera vez, no tendréis que hacer una limpieza hasta unos 50 días después de haber echado el primer agua en el acuario.
¿Por qué tanto tiempo? Pues porque primero vendrá el proceso del ciclado del acuario, que puede durar unas tres semanas. A ello se le suma que después de realizar el ciclado, tendréis que meter los peces muy poco a poco: si es un acuario comunitario, tendréis que meter primero uno o dos peces, ver a ver cómo se acostumbran y qué tal parecen estar bajo el agua, y después ir metiéndolos en un máximo de una pareja durante una semana más.
Eso suma un mes en total, es decir, 30 días. Después de esto, cuando el acuario ya esté montado, con su ciclado de acuario hecho y con todos sus habitantes dentro (los peces, en primer lugar, pero también las plantas que deberán de estar bajo el agua del acuario desde el primer momento en el que se realice el ciclado), y estrenemos, por así decirlo, el acuario por primera vez con normalidad, habrá que esperar 20 días más a cambiar el agua por primera vez.
Los peces tienen que empezar a acostumbrarse al ambiente del acuario, con el ciclo de nitrógeno hecho. Por ello, y aunque después, como os hemos dicho, sea aconsejable cambiar el agua cada dos semanas más o menos, en el primer momento les vendrá bien estar 20 días con el mismo primer agua para ver qué tal les va con los parámetros del agua, comprobar si actúan de forma extraña, si comen, si parecen enfermos, y así tener un conocimiento real sobre cómo está el agua, antes de cambiarla por primera vez después de haber hecho el ciclado.
¿TENEMOS QUE QUITAR TODO EL AGUA DEL ACUARIO?
Esta es una de las dudas que más surgen cuando se trata de llevar a cabo el cambio de agua del acuario. Hay personas que creen que hay que cambiar completamente todo el agua cada dos semanas, lo que es una tarea muy engorrosa, en la que se tarda mucho y que además supone muchísimo gasto de agua.
Pero esto no es así: cuando cambiamos el agua de forma regular, tenemos que cambiar aproximadamente un 20% de la cantidad de agua total del acuario. Por ejemplo si tenemos un acuario grande, de 100 litros, solamente tendremos que cambiar unos 20 litros más o menos.
Este porcentaje que os decimos no es por decir, es que quitar solamente esta parte del agua equilibrará las dos cosas más importantes que buscamos a la hora de sanear el acuario: por un lado, limpiar la suciedad y el exceso de deshechos contra el que no ha podido el filtro biológico, y por el otro no acabar con las mediciones de los parámetros del agua que hemos conseguido durante los primeros días del acuario.
No obstante, y aunque el cambio del 20% del agua lo tengáis que hacer, como os hemos contado, una vez cada diez días o dos semanas, también habrá que hacer algún cambio de agua total alguna vez. Esto depende mucho de la impresión que tengamos sobre cómo está el acuario: si lo vemos excesivamente sucio, si vemos que hay demasiadas algas, o bien si vemos que desde hace cierto tiempo los peces y las plantas no están como deberían y ya hemos probado a cambiar solamente una parte del agua y no termina de funcionar. En todas estas ocasiones, lo mejor es que dediquemos el tiempo necesario a mejorar el acuario totalmente, cambiar todo el agua y hacer lo que sea necesario para equilibrar los parámetros.
MATERIALES QUE NECESITAREMOS PARA EL CAMBIO DE AGUA
Una vez hayamos calculado que es el momento de cambiar el agua de nuestro acuario, tendremos que hacernos previamente con los materiales adecuados. Todas estas cosas que os estamos contando antes de hablar de los pasos del cambio de agua, las tendréis que pensar con suficiente tiempo para que después una vez nos hayamos puesto a realizar el cambio de agua, no tengamos que improvisar.
Pues bien, para hacer el cambio del agua del acuario de forma rutinaria, necesitaremos materiales específicos para ello, y no usar bajo ningún concepto ningún producto que tengamos en casa para otras cosas de limpieza. Quizás parece lógico, pero cualquier otro producto de limpieza, incluso el jabón más neutro, que no sea específico para los acuarios, puede hacer muchísimo daño a los peces y las plantas que en él habitan, así que haceros con este pack de instrumentos con el que podréis hacer cada limpieza:
- Un aspirador o sifón, que usaremos precisamente para sacar el 20% del agua de nuestro acuario.
- Un cubo, en el cuál tendrás que meter el nuevo agua con el que vas a rellenar tu acuario al quitarle el agua sucia. Luego te lo contaremos en el paso a paso, pero esta agua tendrás que dejarla preparada, por lo menos, la noche anterior. Si puede ser, hazte con otro cubo más por si acaso.
- Una fregona, porque, evidentemente, caerá agua al quitar y poner y seguramente tendrás que fregar alrededor del acuario una vez hayas terminado con todo el proceso. De la misma forma también te aconsejamos que prepares una toalla y papel absorbente.
- Una esponja, para ayudarte a limpiar los cristales del acuario por dentro. Los cristales se ensucian mucho, debido a los deshechos y también debido a las posibles algas de tu acuario. Esto dificulta mucho la visión y es importante, para que el acuario luzca limpio después de haberle cambiado el agua, asegurarnos de limpiar los cristales.
- Un acondicionador para el agua, como el que tenemos en la tienda de Premium Buces, que tendrás que echar en el agua nueva del cubo antes de meterla en el acuario. Este acondicionador nos ayudará a hacer el agua nueva óptima para el acuario, por ejemplo, quitándole el cloro y haciendo que cumpla con los parámetros más o menos del resto del acuario.
- Un complejo biológico, que básicamente es un compendio de bacterias nitrificantes que nos ayudarán a que en ese cambio de agua, el nuevo agua pueda adaptarse a los mismos niveles de nitrógeno y de poco amonio que tenemos que tener de forma obligatoria en el acuario: es decir, un producto que nos ayuda a volver a tener los parámetros que conseguimos una vez realizado el ciclado del acuario. En este enlace puedes ver el complejo biológico que tenemos en nuestra tienda online de Premium Buces.
¡Y ya está! La gran mayoría de estos productos no tendrás que comprarlos para cada limpieza del agua del acuario: tanto el sifón o aspirador, como el cubo y, por supuesto, los materiales para limpiar y secar el agua, son cosas que perfectamente podemos tener todos en nuestra casa. Con respecto al acondicionador para el agua y el complejo biológico de bacterias nitrificantes, simplemente tendremos que comprarlo y nos durará para unas cuantas semanas que limpiemos el agua.
¿DÓNDE COLOCAMOS A NUESTROS PECES MIENTRAS REALIZAMOS EL CAMBIO DE AGUA?
¿Debemos cambiar a los peces de sitio mientras realizamos todo este cambio del 20% del agua? Nuestra respuesta es clara con respecto a esto, aunque hay cierto debate y opiniones de todos los tipos: nosotros sí recomendamos cambiar a los peces de lugar mientras se realiza la limpieza.
Es cierto que hay que tener muchísimo cuidado al cambiarles de sitio, así como planificar un lugar en el que estén el tiempo de la limpieza donde puedan estar lo más cómodos posibles, notando cuanto menos el cambio de un agua a otra. Ahora os contaremos pequeños trucos para hacer este cambio de la manera menos brusca posible. Pero la otra posibilidad es que los peces se queden en el acuario mientras vosotros quitáis agua, metéis un aspirador, limpiáis los cristales y después sacáis los objetos de decoración para limpiarlos.
Esto se traduce en estrés para los peces, algo que les viene realmente mal. También se traduce en que en cualquiera de estos movimientos les hagas, sin querer, daño. Por ello nosotros recomendamos que lo mejor es cambiarles de sitio mientras tanto, eso sí, asegurándonos de que el cambio lo realizamos correctamente y que el lugar al que les llevamos está bien para ellos.
Así pues, el sitio al que llevemos a los peces debe de tener, en primer lugar, la misma temperatura que el acuario del que salen. Para ello, es conveniente dejar este recipiente preparado con el agua la noche anterior: así se aclimatará la temperatura del agua, y también se eliminará un poco el cloro. Es importante, si dejamos esta agua reposar durante una parte del día, poner el recipiente en un punto neutro donde no le dé el sol, para que no se quede demasiado caliente, ni tampoco ninguna corriente, para que no se quede fría. En el caso de que no tengas tanto tiempo como para dejar que las sustancias químicas nocivas en el agua se eliminen de forma natural, siempre puedes usar un producto llamado declorador, y que puedes encontrar pinchando aquí.
Por último, hablando sobre cómo trasladar los peces de la pecera al lugar provisional, otro pequeño consejo: hay algunas personas que utilizan una red para sacar los peces rápidamente y llevarlos al recipiente. Si te preocupa estresarles, o dejarles sin respiración un tiempo, algo que puedes hacer es usar un bowl o recipiente mediano para hacer el cambio de forma mucho mejor. Metes la mano suavemente en el acuario con el bowl en la mano, hundes este y lo dejas ahí hasta que, teniendo mucha paciencia, los peces se vayan acercando a ti. Entonces puedes mover el bowl para meter los peces dentro y llevarles de esta forma, dentro del medio acuático, hasta el otro recipiente provisional.
Sea como sea que hagas este cambio, nosotros también te recomendamos que no dejes de prestar atención a los peces mientras están en el recipiente provisional esperando al cambio de agua. Si sois más de una persona mejor, porque así uno de vosotros podrá verles y detectar en el caso de que alguno mostrase un comportamiento extraño, para poder actuar a tiempo.
Por último, hay que estar muy atento también a que el nuevo recipiente no tenga restos de ningún tipo de jabón o limpiador, lo que podría echar por tierra todos los cuidados de la temperatura del agua para que los peces estén bien en ese tránsito.
Y ahora que conocemos los tiempos que debemos esperar para hacer el cambio de agua por primera vez, así como la cantidad de agua que debemos cambiar exactamente, los materiales que vamos a utilizar para realizar toda la operación y dónde y cómo debemos dejar a nuestras mascotas mientras tanto, vamos a contaros el paso a paso de este proceso, para que no tengáis ninguna duda a la hora de realizarlo de forma rutinaria.
PASOS PARA EL CAMBIO DE AGUA DEL ACUARIO
Solamente siguiendo estos pasos, conseguirás hacer un cambio de agua completamente exitoso. Al principio tendrás que pillarle el truco, pero cuando lo hayas hecho un par de veces, será algo que realices casi sin pensar. Vamos a ello:
- Lo primero de todo es preparar el agua nueva y limpia que va a suplir a la que estaba en el acuario. 24 horas antes, o la noche anterior, dejamos preparada agua a temperatura normal en el cubo que os contábamos que ibais a necesitar. Durante este tiempo, el cloro del agua se evaporará, pero aun así, como os hemos dicho antes, también podéis echarle acondicionador para ayudar a eliminar el cloro por completo.
- También dejamos otro cubo o recipiente que queramos con agua preparada unas horas antes para desalojar a los peces. Le echamos el acondicionador y dejamos que la temperatura se temple. Estos dos pasos habrá que realizarlos unas horas antes de empezar a cambiar el agua.
- Una vez tenemos los dos recipientes de aguas preparados, vamos a sacar a los peces. Los situamos en el recipiente que hayamos pensado, de la manera que queramos pero que sea lo menos dañina para ellos. Esto nos permitirá que el acuario esté vacío y así lo podamos manipular más fácilmente.
- Ahora sí, vamos a proceder a desechar el agua sucia del acuario. Para ello necesitaremos el sifón o aspirador. Te recomendamos el sifonador porque este, de paso, limpia la grava del acuario, que nunca viene mal. Eso sí, si vais a limpiar la grava en profundidad tened en cuenta lo que les conviene a algunos tipos de peces, como las Corydoras que necesitan buscar entre la grava como forma de comportamiento natural, y que quizás agradecerán que no dejéis la grava sin ningún tipo de deshecho. El agua que saquemos sucia del acuario, ese 20% del que hablábamos, tendrá que ir a parar a otro cubo. Si no queréis tirarla, se puede usar para otras cosas como regar las plantas (algo que les vendrá muy bien, porque es un agua llena de nutrientes) o fregar los platos. Cuando hagáis este cambio de agua con el sifonador o una aspiradora, tened cuidado con las plantas para que ellas no sufran: algunas plantas tienen unas raíces más pequeñas que se desatan con facilidad de donde están plantadas, así que sed cuidadosos.
- Una vez hayamos quitado el agua antigua, y en el caso de que tengamos elementos decorativos en el acuario, como rocas, palos e incluso barcos o algunos otros objetos estéticos, debemos sacarlos con cuidado de no dañar las plantas, porque ellos van a recibir una limpieza extra. Esto es muy importante, porque puede pasarnos que cambiemos el agua una y otra vez y aun así veamos que no se nos equilibran los parámetros del agua, o bien que tenemos un nivel de toxicidad en el agua que no sabemos de dónde viene: estos objetos pueden acumular deshechos y que no nos estemos dando cuenta. De la misma forma que con los demás elementos del acuario, estos objetos decorativos no se lavan con agua y jabón. Nosotros recomendamos lavarlos con mucho cuidado bajo el agua del grifo, intentando con las manos limpias quitarles cualquier resto que puedan tener.
- Todavía con el acuario proporcionalmente vacío, tenemos que limpiar los cristales del mismo. Esto también es muy importante para el aspecto general que va a tener el acuario: si cambiamos una y otra vez el agua pero no limpiamos los cristales, aunque el agua esté limpia tendremos siempre una visión de suciedad que nos agobiará y no nos permitirá ver en su totalidad nuestro acuario y los peces y plantas que lo habitan. Nosotros utilizamos una esponja, sin ningún tipo de producto de limpieza extra, simplemente con la ayuda del agua del acuario o del grifo. Algunas personas utilizan también rascadores de algas, que son específicos para despegar estas molestas visitantes de los cristales del acuario. Nosotros siempre hemos podido hacerlo con la esponja, pero esto es porque lo hacemos de manera constante cuando limpiamos el agua y no permitimos que las algas se peguen demasiado y se sequen en el cristal.
- Una vez hayamos limpiado los cristales, podemos volver a introducir los elementos decorativos en el acuario. Con mucho cuidado los colocamos, ya limpios, esperando a sus acompañantes los peces. Sabemos que somos muy insistentes con este tema, pero es que no es para menos: por favor, no uséis ningún jabón ni para los cristales ni para los elementos decorativos porque esto puede ser fatal para vuestros peces, y no servirán absolutamente de nada todos los cuidados que hayáis tenido hasta este momento.
- Es el momento de rellenar el acuario del agua limpia que hemos preparado en un cubo. ¿Cómo debemos introducir el agua? Pues es muy, muy importante que lo hagáis poco a poco. El agua tiene peso, y si echamos el cubo de golpe sin cuidado, levantaremos seguramente la grava del suelo, así como haremos daño a las plantas y sus raíces. Echad el agua con mucho cuidado, y con ayuda de otra persona en el caso de que el cubo pese bastante.
- Cuando tengamos ya el agua nueva en el acuario, debemos, en primer lugar, observar qué tal aspecto tiene el agua en general. Debe de lucir cristalina el agua, y al tacto con la mano debería de tener una temperatura igual que la que tenía cuando todavía no habíamos echado el agua nueva.
- Ahora, con el agua limpia y el acuario también limpio, deberíamos de echar el complejo biológico que hayamos comprado. Esto, bajo nuestro punto de vista, es indispensable, ya que es inevitable que al desechar una parte del agua sucia que hemos cambiado, hayamos perdido bacterias nitrificantes del filtro biológico. Así pues, para ahorrarnos notar que las cosas no están marchando bien en los siguientes días al cambio de agua, le echaremos esta mano al filtro biológico y a las bacterias que se encargan de convertir el amonio en nitrito y nitrógeno para que puedan seguir manteniendo el agua de calidad. Haz caso a las instrucciones del complejo biológico que utilices: allí te indicarán la cantidad que debes echar proporcionalmente por los litros de agua, y es importante no pasarse de la cantidad ni tampoco quedarse corto.
- Volvemos a encender el filtro biológico, que habremos apagado durante este rato, así como el termocalentador del acuario. Ahora ya todo vuelve a la normalidad: nuestro acuario tiene el agua limpia, nutrida de bacterias buenas para él, con los elementos decorativos y los cristales limpios y las plantas en su lugar.
- Nos queda meter a nuestros peces. De la misma forma en la que hemos sido cuidadosos a la hora de llevarles al recipiente provisional, su retorno al acuario tendrá que tener el mismo cuidado. Los llevamos en el recipiente al lado del acuario y los vamos sacando muy rápidamente para introducirlos en su lugar de origen.
- Dedicar un rato a observar qué tal están los peces en el nuevo agua. La parte positiva es que a los peces se les nota en seguida que algo no está yendo bien, así que simplemente dedicando un rato a esta tarea, veremos si todo va bien en el agua y les sienta bien el cambio.
- Esperar unas 24 horas para ver qué tal los peces en el nuevo agua para darles de comer. Así también darás tiempo al complejo biológico de asentarse en el filtro y estar preparado para cuando lleguen los primeros deshechos en forma de comida de peces.
DESPUÉS DEL CAMBIO DE AGUA: ¿ACTÚAN TUS PECES CON NORMALIDAD?
Pongamos el caso, improbable pero posible, de que unas horas después de que hayamos realizado el cambio del agua, algo vaya mal en el mismo. Lo podremos notar por distintos factores:
- Que el agua, aun estando recién cambiada, aparezca turbia tan solo un poco de tiempo después.
- Que los peces tengan un comportamiento extraño: no coman, no se muevan o interactúen, o en el peor de los casos, que estén tumbados en el fondo.
- Que hayan surgido de la nada muchas algas.
¿Qué ha podido pasar? Pues ha podido pasar que hayamos tenido un despiste, y que alguno de los pasos a realizar no lo hayamos hecho correctamente. Puede ser que no hayamos echado el suficiente complejo biológico, o bien puede ser, y esto sería más nocivo, que no hayamos quitado de manera completa el cloro del agua.
Ya os hemos contado que el cloro es muy dañino para la salud de los peces, y esto se notará en seguida. Si no hemos echado el suficiente complejo biológico y el filtro se encuentra escaso de bacterias nitrificantes, es posible que lo que haya pasado en este tiempo para que todo se haya desbarajustado, es que los niveles de amonio hayan crecido.
Así pues, para solucionar este problema de inmediato lo que tenemos que hacer es usar los test de compuestos químicos que debemos de tener por casa, pues independientemente al cambio del agua, siempre que nuestros peces tengan un comportamiento extraño, o algo anómalo suceda en el acuario, habrá que darles uso.
En este enlace puedes ver en nuestra tienda online algunos de los test que siempre tendrás que tener disponibles: el test para medir el amonio, fundamental para cualquier cosa que suceda en el acuario, el test para medir el nitrógeno (en caso de que el del amonio no nos dé la información que necesitábamos), el de medir el cloro y etcétera.
En cuanto uses estos test, descubrirás seguramente el porqué del caos que se ha creado momentáneamente en el acuario. No te agobies, es completamente normal, tiene solución y además así aprenderás para el próximo cambio, que será en los próximos 10 días.
ERRORES COMUNES A LA HORA DE LIMPIAR EL ACUARIO
Ya hemos aprendido cuál es todo el procedimiento para realizar el cambio de agua del acuario de forma correcta: sabemos cuánto tiempo tiene que pasar para realizar el primer cambio de acuario, en el que caso de que seamos principiantes. También sabemos qué materiales vamos a necesitar, y que en nuestra web, Premium Buces, podéis conseguir casi todos ellos y de buena calidad. También hemos aprendido cómo hacer el cambio de escenario para los peces, algo que tendremos que dominar para no causarles nunca ningún problema. Y, por último, hemos aprendido el paso a paso de esta rutina de limpieza que tendremos que darle a nuestro acuario.
En el último apartado hemos hablado de la peor situación que puede dársenos cuando tenemos un acuario en casa, y que hay que evitar a toda costa: que no hayamos hecho algún paso bien, y que eso repercuta en la calidad del agua de nuestro acuario y por tanto de la vida de los peces.
Pero vamos a ser más específicos con este tema, y vamos a hablaros de algunos errores comunes que pensamos que no están perjudicando al proceso general, pero sí lo hacen y pueden echar a perder todos los demás cuidados:
- Ya lo hemos repetido varias veces a lo largo del artículo, pero el peor error que podríamos cometer es no ser conscientes de que alguno de los instrumentos que utilicemos, cualquiera de ellos, tenga un mínimo resto de jabón o de producto químico de limpieza. Esto, por muy pequeño que fuese, podría desembocar en contaminar el agua y por tanto poner enfermos a los peces aunque en apariencia todo luzca limpio y bien.
- Otro error común, que puede parecer insignificante pero no lo es, es que cuando llenamos el cubo de agua limpia para que repose hasta el momento de echarlo en el acuario, hay que dejar correr el agua del gripo al menos 30 segundos. ¿Por qué? Pues porque a menudo hay en las tuberías de los grifos de nuestras casas restos que se van aglomerando, y que de forma invisible pueden acabar en el agua que llevaremos a los peces. Así pues, dejamos correr un poco el agua y cuando esté ya limpia de estos restos, la echamos al cubo.
- Con respecto al agua que vayamos a echar, otro error común es calentarla de forma artificial, en lugar de echarla y dejarla reposar el tiempo suficiente para que su temperatura se aclimate. Pocas personas lo saben, pero muchos calentadores artificiales llevan cobre, y este cobre podría acabar en el agua de nuestro acuario donde viven nuestros peces y plantas. Hay que tener muchísimo cuidado con eso porque puede causar problemas y además nos será muy difícil detectarlo. Mucho mejor dejar que el agua se atempere de forma natural, con el tiempo necesario para ello.
- Otro error común es usar una manguera en lugar de una alcachofa de ducha o grifo para rellenar el agua limpia en el cambio del acuario. El error no está en usar simplemente una manguera, sino en usarla mal: la manguera tiene que dejar correr el agua durante un rato, pues puede ser que haya agua estancada de hace tiempo en ella, que esta agua tenga sustancias plastificantes que ha adquirido del recubrimiento interior de la manguera, y que esto provoque, directamente, una intoxicación fatal o envenenamiento químico del agua del acuario, que solamente nos llevaría a tener que cambiar todo en el acuario y volver a empezar desde el principio.
- La manguera tiene otro problema, que es la enorme presión con la que puede llegar a salir el agua. Si dejamos que esa presión salga con el agua que dejemos en el cubo, y después no dejamos descansar esta agua, llevará unas burbujas de presión a nuestro acuario que si resisten pueden ser mortales para los peces. ¿Cómo puede ser? Porque las burbujas de presión se pegan a sus branquias, y les provocan una asfixia. Puede parecer exagerado, pero es algo que es posible que suceda y que es mejor que conozcáis para que no os pase.
- Por último, un error común, seguramente el más común de todos los errores a la hora de cambiar el agua del acuario, es tener demasiada prisa por realizarlo. Esto es una tarea que aunque tengáis dominada, no podéis realizar en diez minutos, y asumirlo os evitará que las prisas os lleven, en primer lugar, a saltaros algún paso indispensable porque no os está dando tiempo a reflexionar cada uno y hacerlo con calma. En segundo lugar, las prisas nos llevarán a acelerar procesos que pueden acabar en un fallo: no dejar reposar el agua lo suficiente y que tenga cloro, no hacer el cambio de los peces de un lugar a otro con delicadeza, no darle tiempo a las bacterias del complejo biológico a adaptarse al filtro y poder hacer su función, echar comida para peces demasiado pronto y que se llene de amonio el agua, y etcétera. ¡Tomároslo con calma! Todo irá mejor, y perderemos mucho menos tiempo, si le ponemos el cuidado necesario para hacer todo a la primera y que no surjan problemas.
Hemos llegado al final del artículo, donde esperamos que hayáis aprendido cuál es el procedimiento para poder hacer un cambio parcial de agua rutinario que mantenga la salud del acuario y de todos sus habitantes siempre en lo más alto. Como con otros procesos que os hemos contado, solamente os resultará más complejo la primera vez. Si ponemos cuidado y cariño a lo que hacemos, y sobre todo, pensamos por encima de todo en el bienestar de los seres vivos que están a nuestro cargo, todo irá bien.
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